domingo, 8 de marzo de 2015

DIA DE LA MUJER. LA MITAD DEL CIELO Y LO MEJOR DE LA TIERRA.....

Los aliados violaron a más de un millón de "malvadas alemanas". 250.000 de ellas fueron torturadas y masacradas sin piedad.

Una oleada de violencia sexual sacudió Alemania durante los años 1944–45, cuando los aliados occidentales y el Ejército Rojo fueron ocupando territorios del Tercer Reich. Los aliados violaron a 860.000 alemanas. Elfriede fue forzada a los 14 años por soldados de EEUU. Hay un caso documentado de una niña de 7 años. Se sabía de los abusos de los rusos tras la II GM, pero menos de los de los americanos. Una investigación les adjudica 190.000 violaciones. Y recoge testimonios.
Además de violadas, muchas mujeres alemanas eran azotadas con fustas y látigos o atacadas con armas blancas. Otras, 250.000, masacradas sin piedad.
La mayor parte de los ataques fueron cometidos en la zona de ocupación soviética; se calcula que el número de mujeres violadas por soldados soviéticos va de decenas de miles a dos millones.2 3 4 5 6 En muchos casos las mujeres eran violadas repetidamente, algunas hasta 70 veces. Se cree que 100.000 mujeres fueron violadas en Berlín, en base a la creciente tasa de abortos en los meses siguientes y en informes contemporáneos de hospitales, con un número próximo a las 10.000 mujeres con resultado de muerte tras las agresiones. El número total de mujeres muertas víctimas de violaciones en Alemania se calcula en 240.000. Antony Beevor lo describió como «el fenómeno de violaciones masivas más importante de la historia», y concluía que al menos 1'4 millones de mujeres fueron violadas solo al este de Prusia, Pomerania y Silesia. 
"No había agua corriente y mi madre y yo habíamos salido a buscar agua con cubos. Al llegar al puente, los soldados americanos dijeron que mi madre debía pasar, pero que yo tenía que esperar allí. Mamá hizo ademán de volver atrás, pero la empujaron y la obligaron a atravesar el puente. Ella miraba hacia atrás sin perderme de vista, pero no podía hacer nada". Así relata Elfriede Seltenheim el momento en que las tropas de los aliados occidentales, que habían ocupado su pueblo en Ostbrandenburg, la arrancaron del seno de su familia.
Mujer alemana violada y asesinada por el ejército rojo

Tenía 14 años en aquel mes de febrero de 1945. Una fotografía tomada unos días antes, a modo de celebración del final de la II Guerra Mundial, la muestra con una tímida sonrisa y dos trenzas doradas que caen sobre sus hombros. Desde allí fue trasladada a un barracón en el que los soldados estadounidenses la violaron innumerables veces, día y noche, durante cuatro semanas.
"No recuerdo haber gritado ni una sola vez. Estaba aterrada", dice. A sus 84 años, recuerda los hechos mientras limpia sus manos, una y otra vez, en la cobertura que protege el reposabrazos del sillón en el que repasa sus recuerdos. Cuando regresó a casa no se habló jamás del asunto, ni jamás desde entonces se le ha ocurrido reclamar ningún tipo de reconocimiento o indemnización. "Algo quedó muerto en mí", trata de explicar ahora. "Perdí la sonrisa para siempre. Después perdí las lágrimas. Y le voy a decir una cosa: se puede vivir sin sonreír, pero no se puede vivir sin llorar".
Setenta años después del final de la II Guerra Mundial sigue sin hablarse en voz alta en Alemania sobre las mujeres y niñas violadas por las tropas de ocupación. La familia de Elfriede, como muchas otras, sentía terror a la llegada de las tropas rusas porque entre pueblos y ciudades viajaban rápidamente las historias sobre violaciones sistemáticas del ejército rojo. Los soldados americanos, sin embargo, fueron recibidos como liberadores y la propaganda ha dejado marcada en el ideario colectivo alemán la imagen del "amigo americano" como un soldado de ocupación que no cometió crímenes de guerra. La investigación de la historiadora alemana Miriam Gebhardt, cambia esa versión de la historia.
Gebhardt, que por primera vez pone cifras a las violaciones masivas, calcula 860.000 en los meses posteriores al fin de la guerra. Al menos 190.000 de ellas fueron perpetradas por soldados americanos. "Pero estas cifras son sólo la punta del iceberg. La cifra oscura seguramente es muy superior al doble porque muchas mujeres y niñas prefirieron no hablar nunca de ello por vergüenza", explica, al tiempo que señala que la publicación de su libro, Cuando llegaron los soldados, es "sólo el principio".
 
Julio de 1945. Soldados de EEUU acechan a mujeres alemanas.
Julio de 1945. Soldados de EEUU acechan a mujeres alemanas. 

"Durante la primavera de 1945 las tropas americanas tomaron uno a uno los pueblos y ciudades de Oberbayern. En la mayor parte de ellos no encontraron resistencia alguna e incluso eran recibidos con banderas americanas en las calles, de forma que se instalaban en el ayuntamiento y después los soldados pasaban casa por casa. Efectuaban un primer registro en busca de combatientes o de armas y, una vez comprobado que estaban a salvo, comenzaban el pillaje. Se apropiaban de relojes, bicicletas, radios, gafas de sol, joyas y cualquier objeto que les gustase como souvenir. Después violaban a mujeres y niñas antes de marcharse". Así lo recuerda Charlotte W., que entonces tenía 18 años y que durante toda su vida ha asegurado que fue escondida a tiempo por sus padres.
"Esas mujeres han fingido que no ocurrió o han guardado silencio durante décadas por vergüenza. Es un síntoma común en la mayor parte de víctimas", explica Gebhardt, cuyo objetivo con esta investigación es propiciar un reconocimiento para estas mujeres y para su sufrimiento, hasta ahora ignorado por las autoridades alemanas y por su- puesto por los responsables.

Dos soldados rusos acosan a una mujer alemana después de tomar Berlín.

La mayor parte de las violaciones las llevaron a cabo soldados rusos, un aspecto más documentado en la Alemania occidental. Pero nada se sabía hasta el momento de las tropelías cometidas por los americanos. "Yo misma me he sorprendido por la dimensión de estos crímenes", admite la historiadora. Estas violaciones se prolongaron hasta 1955, cuando la región por fin recuperó su soberanía. Durante ese periodo de tiempo, 1.600.000 soldados estadounidenses estuvieron en territorio alemán.
Ni la administración alemana, inexistente, ni las tropas de ocupación llevaron registro de las violaciones. La mayor parte de las pruebas documentales las ha encontrado, explica, en los informes que realizó la Iglesia. El arzobispo de Múnich y Frisinga, ante lo que estaba ocurriendo en silencio, pidió a los sacerdotes llevar un registro puntual sobre las actividades de los ejércitos extranjeros en la región y sus efectos sobre las comunidades. A estos registros que se conservan en Múnich pertenecen, por ejemplo, las anotaciones de Michael Merxmüller, párroco del pueblo de Ramsau, que el 20 de julio de 1945 escribió: "Ocho niñas y mujeres violadas, algunas de ellas en presencia de sus padres".
El 25 de ese mismo mes, el padre Andreas Weingand, de un pueblo al norte de Múnich, escribía: "Lo más triste durante su paso fueron las violaciones de tres mujeres: una casada, una soltera, y una niña virgen de 16 años y medio. Todas cometidas por soldados americanos fuertemente embriagados".
El padre Alois Schiml de Moosburg escribió el 1 de agosto de 1945: "Por orden del gobierno militar, una lista de todos los residentes y sus edades debe ser clavada en la puerta de cada casa. Como resultado de este decreto, (...) 17 niñas y mujeres (...) han debido ser llevadas al hospital, tras haber sido objeto de abusos sexuales repetidos".
La víctima más pequeña registrada en estos documentos fue una pequeña de siete años que contrajo una grave enfermedad venérea. La mayor, una mujer de 69 años.
"A menudo las tropas americanas pedían a las autoridades locales personal femenino, grupos de mujeres de 15 en 15, supuestamente para atender en las tareas de secretariado o cocina. Era un tipo de trabajo forzoso que a menudo encubría violaciones indiscriminadas. Los grupos de mujeres rotaban, eran sustituidas cada 15 días y cuando volvían a casa guardaban silencio incluso con sentimiento de culpa", describe la investigadora.
Además proliferaban las escapadas nocturnas en busca de mujeres indefensas. "Una noche llamaron a la puerta, eran siete soldados americanos armados. Exigieron que les preparasen comida y después violaron a mi abuela y a mi madre. Mi primo lo vio todo, pero nunca habló de ello. Mi madre y mi abuela tampoco", relata Maximiliane, que creció sin saber que era hija de uno de aquellos desalmados. "Comencé a sospechar cuando, ya universitaria, quise hacer un viaje de estudios a EEUU... A mi madre aquello la desestabilizó por completo y después de varios meses y de mucha tensión, mi primo me contó lo que había detrás de todo aquello".
Los soldados se vendían información, unos a otros, sobre en qué casas había mujeres y niños indefensos. "Lo que más me ha chocado todos estos años, desde que supe lo ocurrido, es que mi madre aceptó, sencillamente. En su concepción de las cosas, ella pertenecía al bando de los perdedores de la guerra y de alguna forma debía aceptar eso como un castigo. Nunca habló de ello", lamenta Maximiliane.
Los embarazos fruto de aquellas violaciones son precisamente la base sobre la que la historiadora Gebhardt hace ahora sus proyecciones. Partiendo de que el 5% de los "niños de la guerra" nacidos de mujeres no casadas en Alemania y Berlín Occidental a mediados de la década de 1950 fueron el producto de una violación, da un total de 1.900 niños de padres estadounidenses. Atendiendo además a la estadística de la que se desprende que por cada nacimiento cabe suponer 100 violaciones, aparecen como resultado los 190.000 casos.
En los partes hospitalarios queda constancia de la brutalidad. "Además de violadas, muchas mujeres eran azotadas con fustas y látigos o atacadas con armas blandas".
En documentos judiciales constan pruebas también de suicidios de niñas de 13 años tras ser víctimas de violaciones en grupo, bien colgándose de una viga de la casa o bien ingiriendo altas dosis de esencia de vinagre, los dos recursos más utilizados. "Mi sobrina de 13 años fue violada en la habitación de al lado por 14 soldados rusos. A mi mujer la arrastraron hasta el granero y allí la violaron también. A la mañana siguiente, antes de dejar la granja, volvieron a hacerlo. Al abrir el granero encontramos su cuerpo destrozado", relata Otto H., que arrastró en su conciencia esa noche en una granja de Friedeberg, en Pomerania, el resto de su vida.
Después de los primeros meses de la guerra, en los que este tipo de abusos estuvo a la orden del día, proliferaron otro tipo de actos sexuales donde la frontera del consentimiento se vuelve mucho más difusa. El hambre y las precariedades de la postguerra llevaron a muchas alemanas a prostituirse por unas patatas con las que a menudo se alimentaba una familia. La propaganda estadounidense promovió la idea de que las mujeres alemanas se sentían atraídas por las tropas americanas, lo que sirvió como argumento machista para los excesos.
Gebhardt insiste en que el sentido de retirar el velo es la denuncia de la crueldad con la que los conflictos bélicos afectan a las mujeres, sin que ni siquiera la historia se ocupe de esclarecer esos hechos, que se pierden en el olvido y en la psicología más profunda de las sociedades.
Las tropas francesas tomaron parte en la invasión de Alemania, y una parte de la zona ocupada fue asignada a Francia. 
Según Perry Biddiscombe, los franceses cometieron «385 violacions en el área de Constanza; 600 en Bruchsal; y 500 en Freudenstadt». Soldados franceses hicieron una «orgía de violaciones» en el distrito de Höfingen, cerca de Leonberg. Según Norman Naimark, con respecto a las violaciones, las tropas francesas de Marruecos se comportaban igual que las soviéticas, en particular durante el principio de la ocupación de Baden-Wurtemberg.
Fuentes.
http://es.wikipedia.org/wiki/Violaciones_durante_la_ocupaci%C3%B3n_de_Alemania

http://www.elministerio.org.mx/blog/2015/03/crimenes-aliados-violaciones-alemania-mujeres/

 

8 comentarios:

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    1. Sí, los alemanes también harían lo mismo. Pero fue en menor cuantía. La whermacht consideraba un deshonor la violación y ejecutaban al violador sin juicio previo. Todos los ejércitos del mundo han humillado a los vencidos violando a sus mujeres e hijas. Los hombres somos lo peor que ha creado Dios en la tierra.
      Un gran abrazo, compañero.

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  2. Muy buen artículo. Los que peor se portaron fueron los rusos. Un abrazo a todos.

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    2. ¡Bendita la hora en que vuelvo a leerlo! Comenzaré a entrar más a menudo en el blog, para disfrutar de su prosa amena y certera. Abrazos múltiples.

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