lunes, 23 de marzo de 2015

Felipe González defenderá a líderes opositores presos en Venezuela.

        
felipe gonzalez

El expresidente del gobierno español asumirá la protección legal de Leopoldo López y del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, ante la falta de garantías en ese país.
El expresidente del Gobierno español, el socialista Felipe González, ha aceptado hacerse cargo de la defensa de los dos principales presos políticos del régimen chavista a petición de sus familias: el líder opositor Leopoldo López, encarcelado desde hace más de un año, y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, detenido el pasado 20 de febrero por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Ambos están acusados de ser los responsables del desenlace violento de las protestas del año pasado contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, que se saldaron con más de 40 muertos en las calles.
La decisión de Felipe González obedece al creciente deterioro de la situación de los derechos humanos en Venezuela y a la ausencia de garantías jurídicas de los acusados, presos en la cárcel militar de Ramo Verde, a unos 30 kilómetros de Caracas. La iniciativa del político español, según ha sabido este diario, pretende también romper el silencio que han mantenido la mayoría de los Gobiernos de América Latina ante los abusos del régimen chavista.
Instancias internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y Unasur han fracasado hasta ahora en su intento de mediar enla crisis política venezolana. Caracas tampoco ha atendido las reclamaciones para que libere a los presos políticos formuladas en las últimas semanas por la ONU, el Parlamento Europeo, los Gobiernos de Estados Unidos, España, Canadá y Colombia así como la Internacional Socialista, Amnistía Internacional o Human Rights Wacht, entre otros.
Una treintena de exjefes de Estado y de Gobierno suscribieron un texto en el que calificaban de “arbitraria” la detención de Leopoldo López
El propio Felipe González, quien mantiene una profunda relación con Venezuela desde los años ochenta, expresaba el pasado domingo en una entrevista con este periódico su preocupación por el actual “descenso en la defensa del funcionamiento de la democracia en América Latina” y abogaba por un “diálogo serio” entre el Gobierno y la oposición de Venezuela. “Y parte del diálogo es que no se puede detener a los representantes políticos. El presidente Maduro dice que allí no hay presos políticos sino políticos presos; yo diría que hay políticos presos por ser políticos”, afirmaba.
Ya en noviembre una treintena de exjefes de Estado y de Gobierno, integrados en el Club de Madrid, suscribían un texto datado en Florencia (Italia) en el que calificaban de “arbitraria” la detención de López y exigían su puesta en libertad. La declaración estaba firmada, entre otros, por los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ricardo Lagos (Chile), Alejandro Toledo (Perú), Luis Alberto Lacalle (Uruguay), Óscar Arias (Costa Rica), Andrés Pastrana (Colombia), Jorge Quiroga (Bolivia) y Osvaldo Hurtado (Ecuador).
Desde entonces, la situación política, social y económica de Venezuela no ha dejado de deteriorarse. A la más alta inflación del mundo, que ronda el 70%, las reiteradas devaluaciones del bolívar, la escasez de alimentos básicos y medicinas y el aumento de la inseguridad ciudadana se han sumado el endurecimiento del Gobierno de Maduro contra la oposición —el Ejército ha sido autorizado, contraviniendo la Constitución, a disparar contra los manifestantes— y la prensa independiente.
La mujer de Ledezma, Mitzy Capriles visitó recientemente el Parlamento Europeo y también Madrid
El alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, fue detenido en su oficina, golpeado y encapuchado por una veintena de agentes de la Sebin que tuvieron que realizar varios disparos al aire para dispersar a vecinos y curiosos. Horas después de su arresto, Maduro lo acusó en radio y televisión de estar detrás de un supuesto golpe de Estado, que se habría activado a partir del manifiesto llamado Acuerdo Nacional de Transición firmado por Ledezma, Leopoldo López y la diputada María Corina Machado. En su alocución, el sucesor de Hugo Chávez calificó a Ledezma de “vampiro” y amenazó a los firmantes con un “puño de hierro chavista” ante la justicia.
La mujer de Ledezma, Mitzy Capriles, que ha hecho a Maduro responsable de la vida de su esposo, visitó recientemente el Parlamento Europeo y también Madrid, donde se entrevistó con el presidente Mariano Rajoy, los exmandatarios Felipe González y José María Aznar y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, entre otras personalidades. “El único golpe de Estado en Venezuela es el que recibe el ciudadano en el estómago cuando no encuentra los alimentos necesarios para subsistir”, comentó en conversación con este diario.
Ledezma comparte penal con Leopoldo López, preso desde que se entregó voluntariamente el 18 de febrero de 2014 y sometido desde entonces a un proceso judicial tan opaco como lleno de incidencias. López, exalcalde de Chacao y líder del partido Voluntad Popular, a quien Maduro suele llamar el Monstruo de Ramo Verde, está acusado por la fiscalía de instigar los incidentes que sacudieron Venezuela entre febrero y mayo del año pasado. De forma intermitente e imprevisible, López que estudió Derecho en la Universidad de Harvard, es trasladado desde la cárcel al tribunal de Caracas para asistir a las audiencias de su caso. La juez se encarga de que nada de lo que diga López trascienda a la opinión pública pese a que se trate de un acto público como es por ley un juicio oral. En la sala no se admiten ni periodistas ni representantes diplomáticos ni se pueden tomar notas. Además, los equipos electrónicos son incautados a la entrada.
Mucho peor es su circunstancia en prisión. En una entrevista manuscrita filtrada a través de la cárcel con EL PAÍS, López contaba que había pasado los primeros seis meses de encierro en total aislamiento y describía así su situación: “Las conversaciones con mi defensa son grabadas. Leen y confiscan mi correspondencia de manera arbitraria, hemos sido víctimas de requisas violentas por parte de comandos de inteligencia militar, han lanzado excremento humano dentro de nuestras celdas y en todo momento somos grabados directa o clandestinamente”.
La ONG venezolana Foro Penal calcula que en la actualidad hay 102 personas que cumplen condena o están siendo procesadas por casos relacionados con la violencia política. También denuncia las arbitrariedades judiciales que se llevan a cabo. A la defensa de López no se le ha permitido hasta el momento presentar a sus testigos. En el caso de Rodolfo González, de 64 años, hallado muerto en su celda el pasado día 13 y también acusado de organizar las protestas de 2014, la única prueba en su contra provenía de un testimonio anónimo. El régimen llama a estos delatores “patriotas cooperantes”.
fuente,
http://www.criticondigital.com/internacional/596-felipe-gonzalez-defendera-a-lideres-opositores-presos-en-venezuela

sábado, 21 de marzo de 2015

La ruta senderista más peligrosa del mundo está en España. Caminito del Rey. Málaga.



Caminito del Rey, el sendero más peligroso del mundo, reabrirá la próxima semana.

Los buscadores de emociones fuertes que quieran caminar por el lado salvaje deben ir a la provincia de Málaga lo antes posible. Allí, en El Chorro, encontrarán el Caminito del Rey, el sendero más peligroso del mundo.
Cerrado por reparaciones para arreglar zonas deterioradas, este camino reabrirá oficialmente la próxima semana.
Los que estén convencidos de querer probar el Caminito del Rey, deben hacer una reserva on-line, ya que únicamente pueden caminar a la vez 400 personas. Los visitantes pueden llegar a la pasarela en tren o en coche, en un trayecto sencillo desde Málaga, Antequera o Ronda.
El horario de visita es de 10 a 14 horas desde noviembre a marzo y de 10 a 17 horas a partir del 1 de abril y hasta el 31 de octubre. Completar la ruta puede llevar entre cuatro y cinco horas.
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Reseña del sendero:
El Caminito del Rey es un paso construido en las paredes del desfiladero de los Gaitanes, en El Chorro, el cual sirve de límite entre los términos municipales de Antequera y Ardales, en la provincia de Málaga (España). Se trata de un paso peatonal de 3 km con largos tramos con una anchura de apenas 1 m colgando hasta 100 m de altura sobre el río, en unas paredes casi verticales. El paso del tiempo produjo un gran deterioro, casi todo el recorrido estaba sin barandilla y habia segmentos que se habian derrumbado, quedando sólo la viga de soporte. Todos estos factores han contribuido a crear una leyenda negra tras haber perdido la vida varios excursionistas tratando de cruzarlo.1 En 2014, se han iniciado obras para lograr su rehabilitación, construyéndose una nueva pasarela con paneles de madera a lo largo de su recorrido. Los trabajos de rehabilitación finalizaron en el primer trimestre de 2015, y su inauguración está con fecha prevista para marzo de 2015, despertando gran expectación entre el público. Se podrán realizar excursiones previa reserva, y la Diputación de Málaga ha habilitado una página web para ese efecto.

 Actualmente está prohibido acceder al Desfiladero de los Gaitanes a través de las vías del tren y se puede llegar a sancionar con altas multas (6000 €) al infractor. Pese a esto mucha gente sigue transitando. Como precaución debe llevarse arnés (para engancharlo a los cables de la pared), disipador para vías ferratas (para asegurarse en cable de acero) y casco (para protegerse del desprendimiento de piedras).
Historia
La Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, propietaria del Salto del Gaitanejo y del Salto del Chorro necesitaba un acceso a ambos para facilitar el paso de los operarios de mantenimiento, transporte de materiales y vigilancia. Las obras empezaron en 1901 y terminaron en 1905. El camino comenzaba junto a las vías del ferrocarril y recorría el Desfiladero de los Gaitanes. En 1921 el rey Alfonso XIII fue a la inauguración de la presa del Conde del Guadalhorce cruzando para ello el camino previamente construido, o al menos lo visitó. A partir de este momento se le empezó a llamar Caminito del Rey.
El paso del tiempo y el abandono de su mantenimiento hizo mella en el Caminito: en los años 90 presentaba un estado lamentable, con la barandilla desaparecida en casi todo su recorrido, numerosas secciones derrumbadas y las que quedaban amenazando con hacerlo. Precisamente fue su peligrosidad uno de los factores que contribuyó a su fama. Muchos excursionistas se dirigían a El Chorro para recorrer el Caminito (aunque también por su zona de escalada, una de las más importantes de Europa). Esto propició numerosos accidentes (algunos mortales) a lo largo de los años y acrecentó su leyenda negra.
En 1999 y 2000 sendos accidentes mortales que costaron la vida a cuatro excursionistas indujeron a la Junta de Andalucía a cerrar los accesos al camino, demoliendo su sección inicial. Esta medida no consiguió detener a los excursionistas, que seguían encontrando la manera de acceder a él escalando. También decretaron una multa de 6.000 € por transitar tanto por el camino cortado5 como por las vías y los túneles del tren por las que se puede volver del Caminito.
La Diputación Provincial de Málaga, en colaboración con la Junta de Andalucía, ha incluido en sus presupuestos del 2006 un plan de restauración.7 8 En enero de 2009 salió a concurso la redacción del proyecto para su reparación9 cuyo presupuesto se estima en 18 millones de euros.
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El camino rehabilitado se inaugurará el 27 de marzo de 2015.
Elegido por Lonely Planet como uno de los mejores sitios para visitar en 2015.
www.criticondigital.com

domingo, 8 de marzo de 2015

DIA DE LA MUJER. LA MITAD DEL CIELO Y LO MEJOR DE LA TIERRA.....

Los aliados violaron a más de un millón de "malvadas alemanas". 250.000 de ellas fueron torturadas y masacradas sin piedad.

Una oleada de violencia sexual sacudió Alemania durante los años 1944–45, cuando los aliados occidentales y el Ejército Rojo fueron ocupando territorios del Tercer Reich. Los aliados violaron a 860.000 alemanas. Elfriede fue forzada a los 14 años por soldados de EEUU. Hay un caso documentado de una niña de 7 años. Se sabía de los abusos de los rusos tras la II GM, pero menos de los de los americanos. Una investigación les adjudica 190.000 violaciones. Y recoge testimonios.
Además de violadas, muchas mujeres alemanas eran azotadas con fustas y látigos o atacadas con armas blancas. Otras, 250.000, masacradas sin piedad.
La mayor parte de los ataques fueron cometidos en la zona de ocupación soviética; se calcula que el número de mujeres violadas por soldados soviéticos va de decenas de miles a dos millones.2 3 4 5 6 En muchos casos las mujeres eran violadas repetidamente, algunas hasta 70 veces. Se cree que 100.000 mujeres fueron violadas en Berlín, en base a la creciente tasa de abortos en los meses siguientes y en informes contemporáneos de hospitales, con un número próximo a las 10.000 mujeres con resultado de muerte tras las agresiones. El número total de mujeres muertas víctimas de violaciones en Alemania se calcula en 240.000. Antony Beevor lo describió como «el fenómeno de violaciones masivas más importante de la historia», y concluía que al menos 1'4 millones de mujeres fueron violadas solo al este de Prusia, Pomerania y Silesia. 
"No había agua corriente y mi madre y yo habíamos salido a buscar agua con cubos. Al llegar al puente, los soldados americanos dijeron que mi madre debía pasar, pero que yo tenía que esperar allí. Mamá hizo ademán de volver atrás, pero la empujaron y la obligaron a atravesar el puente. Ella miraba hacia atrás sin perderme de vista, pero no podía hacer nada". Así relata Elfriede Seltenheim el momento en que las tropas de los aliados occidentales, que habían ocupado su pueblo en Ostbrandenburg, la arrancaron del seno de su familia.
Mujer alemana violada y asesinada por el ejército rojo

Tenía 14 años en aquel mes de febrero de 1945. Una fotografía tomada unos días antes, a modo de celebración del final de la II Guerra Mundial, la muestra con una tímida sonrisa y dos trenzas doradas que caen sobre sus hombros. Desde allí fue trasladada a un barracón en el que los soldados estadounidenses la violaron innumerables veces, día y noche, durante cuatro semanas.
"No recuerdo haber gritado ni una sola vez. Estaba aterrada", dice. A sus 84 años, recuerda los hechos mientras limpia sus manos, una y otra vez, en la cobertura que protege el reposabrazos del sillón en el que repasa sus recuerdos. Cuando regresó a casa no se habló jamás del asunto, ni jamás desde entonces se le ha ocurrido reclamar ningún tipo de reconocimiento o indemnización. "Algo quedó muerto en mí", trata de explicar ahora. "Perdí la sonrisa para siempre. Después perdí las lágrimas. Y le voy a decir una cosa: se puede vivir sin sonreír, pero no se puede vivir sin llorar".
Setenta años después del final de la II Guerra Mundial sigue sin hablarse en voz alta en Alemania sobre las mujeres y niñas violadas por las tropas de ocupación. La familia de Elfriede, como muchas otras, sentía terror a la llegada de las tropas rusas porque entre pueblos y ciudades viajaban rápidamente las historias sobre violaciones sistemáticas del ejército rojo. Los soldados americanos, sin embargo, fueron recibidos como liberadores y la propaganda ha dejado marcada en el ideario colectivo alemán la imagen del "amigo americano" como un soldado de ocupación que no cometió crímenes de guerra. La investigación de la historiadora alemana Miriam Gebhardt, cambia esa versión de la historia.
Gebhardt, que por primera vez pone cifras a las violaciones masivas, calcula 860.000 en los meses posteriores al fin de la guerra. Al menos 190.000 de ellas fueron perpetradas por soldados americanos. "Pero estas cifras son sólo la punta del iceberg. La cifra oscura seguramente es muy superior al doble porque muchas mujeres y niñas prefirieron no hablar nunca de ello por vergüenza", explica, al tiempo que señala que la publicación de su libro, Cuando llegaron los soldados, es "sólo el principio".
 
Julio de 1945. Soldados de EEUU acechan a mujeres alemanas.
Julio de 1945. Soldados de EEUU acechan a mujeres alemanas. 

"Durante la primavera de 1945 las tropas americanas tomaron uno a uno los pueblos y ciudades de Oberbayern. En la mayor parte de ellos no encontraron resistencia alguna e incluso eran recibidos con banderas americanas en las calles, de forma que se instalaban en el ayuntamiento y después los soldados pasaban casa por casa. Efectuaban un primer registro en busca de combatientes o de armas y, una vez comprobado que estaban a salvo, comenzaban el pillaje. Se apropiaban de relojes, bicicletas, radios, gafas de sol, joyas y cualquier objeto que les gustase como souvenir. Después violaban a mujeres y niñas antes de marcharse". Así lo recuerda Charlotte W., que entonces tenía 18 años y que durante toda su vida ha asegurado que fue escondida a tiempo por sus padres.
"Esas mujeres han fingido que no ocurrió o han guardado silencio durante décadas por vergüenza. Es un síntoma común en la mayor parte de víctimas", explica Gebhardt, cuyo objetivo con esta investigación es propiciar un reconocimiento para estas mujeres y para su sufrimiento, hasta ahora ignorado por las autoridades alemanas y por su- puesto por los responsables.

Dos soldados rusos acosan a una mujer alemana después de tomar Berlín.

La mayor parte de las violaciones las llevaron a cabo soldados rusos, un aspecto más documentado en la Alemania occidental. Pero nada se sabía hasta el momento de las tropelías cometidas por los americanos. "Yo misma me he sorprendido por la dimensión de estos crímenes", admite la historiadora. Estas violaciones se prolongaron hasta 1955, cuando la región por fin recuperó su soberanía. Durante ese periodo de tiempo, 1.600.000 soldados estadounidenses estuvieron en territorio alemán.
Ni la administración alemana, inexistente, ni las tropas de ocupación llevaron registro de las violaciones. La mayor parte de las pruebas documentales las ha encontrado, explica, en los informes que realizó la Iglesia. El arzobispo de Múnich y Frisinga, ante lo que estaba ocurriendo en silencio, pidió a los sacerdotes llevar un registro puntual sobre las actividades de los ejércitos extranjeros en la región y sus efectos sobre las comunidades. A estos registros que se conservan en Múnich pertenecen, por ejemplo, las anotaciones de Michael Merxmüller, párroco del pueblo de Ramsau, que el 20 de julio de 1945 escribió: "Ocho niñas y mujeres violadas, algunas de ellas en presencia de sus padres".
El 25 de ese mismo mes, el padre Andreas Weingand, de un pueblo al norte de Múnich, escribía: "Lo más triste durante su paso fueron las violaciones de tres mujeres: una casada, una soltera, y una niña virgen de 16 años y medio. Todas cometidas por soldados americanos fuertemente embriagados".
El padre Alois Schiml de Moosburg escribió el 1 de agosto de 1945: "Por orden del gobierno militar, una lista de todos los residentes y sus edades debe ser clavada en la puerta de cada casa. Como resultado de este decreto, (...) 17 niñas y mujeres (...) han debido ser llevadas al hospital, tras haber sido objeto de abusos sexuales repetidos".
La víctima más pequeña registrada en estos documentos fue una pequeña de siete años que contrajo una grave enfermedad venérea. La mayor, una mujer de 69 años.
"A menudo las tropas americanas pedían a las autoridades locales personal femenino, grupos de mujeres de 15 en 15, supuestamente para atender en las tareas de secretariado o cocina. Era un tipo de trabajo forzoso que a menudo encubría violaciones indiscriminadas. Los grupos de mujeres rotaban, eran sustituidas cada 15 días y cuando volvían a casa guardaban silencio incluso con sentimiento de culpa", describe la investigadora.
Además proliferaban las escapadas nocturnas en busca de mujeres indefensas. "Una noche llamaron a la puerta, eran siete soldados americanos armados. Exigieron que les preparasen comida y después violaron a mi abuela y a mi madre. Mi primo lo vio todo, pero nunca habló de ello. Mi madre y mi abuela tampoco", relata Maximiliane, que creció sin saber que era hija de uno de aquellos desalmados. "Comencé a sospechar cuando, ya universitaria, quise hacer un viaje de estudios a EEUU... A mi madre aquello la desestabilizó por completo y después de varios meses y de mucha tensión, mi primo me contó lo que había detrás de todo aquello".
Los soldados se vendían información, unos a otros, sobre en qué casas había mujeres y niños indefensos. "Lo que más me ha chocado todos estos años, desde que supe lo ocurrido, es que mi madre aceptó, sencillamente. En su concepción de las cosas, ella pertenecía al bando de los perdedores de la guerra y de alguna forma debía aceptar eso como un castigo. Nunca habló de ello", lamenta Maximiliane.
Los embarazos fruto de aquellas violaciones son precisamente la base sobre la que la historiadora Gebhardt hace ahora sus proyecciones. Partiendo de que el 5% de los "niños de la guerra" nacidos de mujeres no casadas en Alemania y Berlín Occidental a mediados de la década de 1950 fueron el producto de una violación, da un total de 1.900 niños de padres estadounidenses. Atendiendo además a la estadística de la que se desprende que por cada nacimiento cabe suponer 100 violaciones, aparecen como resultado los 190.000 casos.
En los partes hospitalarios queda constancia de la brutalidad. "Además de violadas, muchas mujeres eran azotadas con fustas y látigos o atacadas con armas blandas".
En documentos judiciales constan pruebas también de suicidios de niñas de 13 años tras ser víctimas de violaciones en grupo, bien colgándose de una viga de la casa o bien ingiriendo altas dosis de esencia de vinagre, los dos recursos más utilizados. "Mi sobrina de 13 años fue violada en la habitación de al lado por 14 soldados rusos. A mi mujer la arrastraron hasta el granero y allí la violaron también. A la mañana siguiente, antes de dejar la granja, volvieron a hacerlo. Al abrir el granero encontramos su cuerpo destrozado", relata Otto H., que arrastró en su conciencia esa noche en una granja de Friedeberg, en Pomerania, el resto de su vida.
Después de los primeros meses de la guerra, en los que este tipo de abusos estuvo a la orden del día, proliferaron otro tipo de actos sexuales donde la frontera del consentimiento se vuelve mucho más difusa. El hambre y las precariedades de la postguerra llevaron a muchas alemanas a prostituirse por unas patatas con las que a menudo se alimentaba una familia. La propaganda estadounidense promovió la idea de que las mujeres alemanas se sentían atraídas por las tropas americanas, lo que sirvió como argumento machista para los excesos.
Gebhardt insiste en que el sentido de retirar el velo es la denuncia de la crueldad con la que los conflictos bélicos afectan a las mujeres, sin que ni siquiera la historia se ocupe de esclarecer esos hechos, que se pierden en el olvido y en la psicología más profunda de las sociedades.
Las tropas francesas tomaron parte en la invasión de Alemania, y una parte de la zona ocupada fue asignada a Francia. 
Según Perry Biddiscombe, los franceses cometieron «385 violacions en el área de Constanza; 600 en Bruchsal; y 500 en Freudenstadt». Soldados franceses hicieron una «orgía de violaciones» en el distrito de Höfingen, cerca de Leonberg. Según Norman Naimark, con respecto a las violaciones, las tropas francesas de Marruecos se comportaban igual que las soviéticas, en particular durante el principio de la ocupación de Baden-Wurtemberg.
Fuentes.
http://es.wikipedia.org/wiki/Violaciones_durante_la_ocupaci%C3%B3n_de_Alemania

http://www.elministerio.org.mx/blog/2015/03/crimenes-aliados-violaciones-alemania-mujeres/